viernes 20 de mayo de 2022

CARTA ABIERTA A LAS Y LOS ESTUDIANTES DE LA UBA

¿Por qué paramos este lunes 23 y jueves 26 de mayo? Este lunes 23 y jueves 26, la docencia pre y universitaria va a un paro nacional. Es la segunda medida de fuerza del año que hacemos porque el Ministerio de Educación de la Nación, de quien dependemos, sigue sin dar respuesta a nuestros reclamos […]

¿Por qué paramos este lunes 23 y jueves 26 de mayo?
Este lunes 23 y jueves 26, la docencia pre y universitaria va a un paro nacional. Es la segunda medida de fuerza del año que hacemos porque el Ministerio de Educación de la Nación, de quien dependemos, sigue sin dar respuesta a nuestros reclamos salariales.
No hace falta que les expliquemos a ustedes que la inflación deteriora gravemente nuestros salarios. Lo viven en sus trabajos o en su vida familiar. La situación de quienes damos clase en los colegios preuniversitarios, en el CBC y en las facultades no es diferente. Desde diciembre de 2015 hasta hoy, hemos perdido casi 30 puntos del salario en relación con el aumento del costo de vida. Y esta caída salarial lejos de detenerse, empeora: el gobierno impuso un 41% de aumento salarial, en cuatro cuotas a lo largo de este año, pero los cálculos menos pesimistas señalan que la inflación va a superar el 60% o el 70%. Otro desplome salarial.
En estos dos últimos años sostuvimos una educación virtual, junto con ustedes y los no docentes, sobre la base de nuestro trabajo y nuestros recursos. Lo hacemos ahora, con la vuelta a la presencialidad, incluso cuando las condiciones edilicias y de infraestructura siguen presentando los mismos problemas de siempre.
Porque esto es lo que queremos: dar clase e investigar en la universidad pública. Pero no queremos ni podemos hacerlo con sueldos que están por debajo de la línea de pobreza. Hoy un ayudante con dedicación simple, con diez años de antigüedad, no llega a cobrar 24 mil pesos. El cargo testigo, que sirve como referencia para los salarios de toda la docencia, no alcanza los 50 mil pesos. Para superar la línea de pobreza, una familia necesita cobrar por encima de los 96 mil pesos.
Esta es la razón del paro. Dar fuerza a nuestros reclamos para que reabran la paritaria, para que recompongan los salarios desvalorizados, para que implementen un programa que otorgue salario a la docencia ad honorem, para que se financie nuestra obra social, para que las y los jubilados docentes no sigan también perdiendo contra la inflación.
Antes del paro agotamos todas las instancias: muchas reuniones, presentaciones escritas, jornadas de protesta, para explicar, fundamentar, denunciar públicamente la situación salarial del conjunto de la docencia. Todavía más: cuando el gobierno impuso el 41% en cuotas señalamos públicamente que esa cifra iba a ser ampliamente superada por la inflación. Sin embargo, no tuvimos respuesta. Por eso comenzamos un plan de lucha nacional junto con la Federación que nuclea a más de 25 asociaciones de base en todo el país.
Nos importa que sepan por qué paramos. Nos importa también que entiendan nuestras razones. Esperamos contar, como en otras tantas oportunidades y luchas, con su solidaridad.