jueves 07 de diciembre de 2017

No a la disolución de los institutos de formación docente

Larreta y Acuña han lanzado un proyecto denominado pomposamente “Universidad Pedagógica” que apunta a la disolución de los 21 institutos de formación docente, a la intervención de un rector normalizador que liquidaría la autonomía de gobierno de los profesorados (con claustro único y representación cuatripartita) y que respondería directamente al jefe de gobierno, a la […]

Larreta y Acuña han lanzado un proyecto denominado pomposamente “Universidad Pedagógica” que apunta a la disolución de los 21 institutos de formación docente, a la intervención de un rector normalizador que liquidaría la autonomía de gobierno de los profesorados (con claustro único y representación cuatripartita) y que respondería directamente al jefe de gobierno, a la profundización del vaciamiento de la formación disciplinar para conformar un perfil docente “flexible”.

Este proyecto, que ya ingresó en la legislatura porteña, se inscribe en el cuadro de las contrarreformas educativas en la ciudad (en el nivel medio, los operativos aprender y enseñar) y de la nación (Plan Maestro). No escapa, claro está, el sistema universitario amenazado desde el discurso de Macri en el CCK con más ajuste y por las políticas que se expresan, por ejemplo, en el programa de reconocimiento de trayectoria académica o los proyectos para atacar la planta docente con el pretexto de buscar una relación «óptima».

Se trata de conjunto de un ataque contra la educación pública en todos sus niveles, que se expresa en ajuste presupuestario, salarial y en gruesas contrarreformas que apuntalan una mayor precarización laboral y de enseñanza así como una progresiva mercantilización de la educación. Degradar la formación pública para promover la privada o los posgrados arancelados: el lema de Cambiemos que reproduce como en calco los lineamientos del Banco Mundial y la OMC que ha desembarcado en el sur.

Como en los demás casos, esta intervención sobre los IFD ha generado el masivo rechazo de estudiantes y docentes, e incluso de los rectores de los 21 institutos amenazados con el cierre. La AGD rechaza esta y todas las contrarreformas educativas y se pronuncia por la defensa de la educación pública. No son quienes han producido la crisis social, económica y educativa, ni sus proyectos, los que ofrezcan una salida que solo los estudiantes y docentes podemos defender y construir.

Apoyamos toda medida que resuelvan las asambleas estudiantiles y docentes en defensa de los IFD y de la educación pública.