No es la primera vez que un 1°de Mayo nos encuentra en un plan de lucha. Pero quizás sí sea el que se da en uno –no el único- de los contextos más delicados que hayamos atravesado.
La docencia universitaria y preuniversitaria, como la inmensa mayoría de las y los trabajadores: ocupadxs y desocupadxs, formales e informales, activxs o jubiladxs, estamos sufriendo las consecuencias de una crisis económica que, bajo la forma de un feroz ajuste exigido por el FMI, ejecutado por el gobierno y aplaudido por la oposición derechista, está produciendo consecuencias sociales y económicas que golpean fuertemente en las condiciones de vida, salariales y laborales de la población.
Salarios que no alcanzan, que pierden día a día con la inflación, aumento de la pobreza y la indigencia, deterioro de la salud y educación, son algunas de estas consecuencias.
En las universidades nacionales la situación se repite. Enfrentamos una paritaria que acrecienta la pérdida de nuestros salarios y mantiene el trabajo gratuito. Un golpe a nuestros bolsillos, que no hubiese pasado sin la colaboración y la firma de las mismas federaciones que en la UBA entregaron el Convenio Colectivo de Trabajo, dejaron pasar la reforma de Dosuba o hicieron la vista gorda frente al descuento de salarios que el Rectorado realizó a la docencia preuniversitaria por el plan de lucha de AGD y Conadu Histórica.
Enfrentamos todos esos atropellos, junto a toda la docencia nacional que da pelea, y junto a los no docentes y estudiantes que se suman a defender nuestras conquistas.
Por eso, este 1° de Mayo, nuevamente y especialmente, queremos saludar la apuesta a la organización de las y los trabajadores, indispensable para estar en las mejores condiciones para la defensa de nuestros derechos y conquistas.
Abrazo fraternal y feliz día de lucha!!