El Plenario de secretarías generales de la federación resolvió paro de una semana en respuesta a la decisión del gobierno nacional de no cumplir con la Ley de financiamiento universitario y el correspondiente aumento salarial, que en este momento asciende al 43,95%, producto a la inflación registrada de julio en adelante.
Pero también en rechazo a un presupuesto 2026 de miseria para educación.
El conflicto no está cerrado mientras nuestro aumento siga congelado y nuestros salarios permanezcan bajo la línea de pobreza.

