No retrocedemos. No pasarán. Nos declaramos en alerta y movilización.
Desde la Secretaría de género y diversidad sexual de la AGD UBA hacemos un llamamiento a toda la docencia universitaria, pre-universitaria e investigadoras/es, cátedras afines al estudio de género y diversidades y de DDHH, a pronunciarse y organizarse con el sindicato contra los ataques sistemáticos del gobierno de la Libertad Avanza hacia el movimiento de mujeres y LGTBI+ que ponen en cuestión todo el sentido de nuestra lucha histórica como así también los derechos conquistados.
Llamamos a toda la comunidad universitaria y científica a declararnos en estado de alerta y movilización, impulsando reuniones, charlas abiertas, simposios, encuentros, que abran los debates con nuestres estudiantes y colegas, utilizando nuestras profesiones para enfrentar estas políticas reaccionarias, retrógradas y fascistoides que sólo pueden conducir a fuertes retrocesos de nuestras condiciones de vida.
El último discurso del presidente Milei en Davos fue el punto más alto de los ataques que estamos vivenciando, incluso por el escenario en donde lo hizo, pretendiendo ser la vanguardia en el terreno internacional de los sectores de la ultra derecha. Allí negó la violencia de género, atacando el concepto de femicidio. Con una atrocidad típica de discursos barbáricos y fascistoides, emparentó la homosexualidad con la pedofilia, vieja acusación infame que sólo tiene por objetivo perseguir a las diversidades, ocultar los abusos intra-familiares, erradicar derechos y restringir libertades, entre otros. En ese mismo sentido se orienta la pretensión de eliminar la ESI y el ataque frontal a la existencia de las personas trans*.
Los ideólogos y asesores de Milei, fueron aún más a fondo en la justificación del reaccionario discurso presidencial. Benegas Lynch ridiculizó y atacó la identidad de género, utilizando a las ciencias biológicas como pretendido soporte académico. Nicolás Márquez, biógrafo, amigo y asesor del Presidente, no sólo negó los crímenes por razones de género sino que afirmó que las víctimas de femicidio serían privilegiadas al tener más derechos que los varones que sufren hechos de violencia. Una bestialidad que pretende ocultar la desigualdad estructural que existe entre géneros en nuestra sociedad y que sólo puede interpretarse como una política dirigida a garantizar la impunidad de los femicidas, los violentos y la perpetuación de la misoginia. Ya habíamos escuchado al ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, afirmar que el gobierno iba a eliminar la figura del femicidio del Código Penal.
Estos discursos y amenazas deben ser mirados con la gravedad que tienen, porque no se quedan en la palabra. A fines del año pasado, en la Facultad de Derecho de la UBA tuvimos que presenciar un Congreso donde se hizo campaña con el SAP (Síndrome de Alineación Parental) para justificar, garantizar la impunidad, perseguir y desalentar las denuncias de las madres protectoras en torno al abuso infantil.
Los derechos que tanto nos costó conquistar en las calles, los debates y avances que tuvimos en el plano de la investigación y aprendizaje, y la enseñanza en las aulas, que tanto tiempo nos llevó desarrollar, están siendo atacados severamente por un gobierno que de fondo pretende hacer retroceder nuestras condiciones de vida, congelando nuestros salarios, eliminando puestos de trabajo (donde las mujeres, siendo las más precarizadas entre los precarizados, son mayormente afectadas), privatizando el acceso a la salud y educación, impulsando nuevas reformas laborales y jubilatorias que degradarán más los ingresos, desarmando los espacios de la Memoria, atacando los derechos humanos y armando el terreno para garantizarles la impunidad a los militares que actuaron en la última dictadura.
La repetida frase de Milei en Davos en torno a que lo primordial es la defensa de la libertad de empresa, la propiedad privada individual, junto a las amenazas hacia los que él llama la “ideología woke” y los “zurdos hijos de puta” dan cuenta que el gobierno viene contra todos los derechos del campo popular, con el claro objetivo de hacer retroceder en términos laborales y humanos a mediados del siglo XIX, época dorada según Milei, donde no existían prácticamente derechos sociales, ni políticos.
Convocamos a todes a la marcha que se realizará este 1 de febrero de Congreso a Plaza de Mayo, con cita a las 16 horas en Av. De Mayo y Luis Sáenz Peña, y a poner en pie un movimiento de lucha que derrote el plan de guerra del gobierno de Milei en unidad con el resto de las luchas de trabajadores y trabajadoras y el campo popular.
Próxima reunión abierta de la Secretaría de género y diversidad sexual de la AGD UBA: Miércoles 12/02 a las 18.30 horas en Chile 2181.