Su compromiso con la educación pública y con la investigación como acción política lo llevó a organizar espacios de formación y discusión clandestinos en los años previos a la última dictadura hasta que finalmente debió exiliarse a Venezuela.
Sin poder resumir su destacada trayectoria y dedicación a la educación pública e investigación, no podemos dejar de mencionar algunos hitos. Como docente llegó a desempeñarse como Titular de las cátedras de Historia del Pensamiento Económico I y II así como de Economía Marxista. Entre sus contribuciones como investigador se destacan los aportes a la teoría marxista de la innovación y su dirección del Centro de Estudios sobre Planificación del Desarrollo (CEPLAD) del Instituto de Investigaciones Económicas dónde se han formado innumerables estudiantes, docentes e investigadores.
Todos los que lo conocimos en su rol docente podemos dar cuenta de su capacidad, rigurosidad y su compromiso para compartir su forma de abordar el mundo en el que vivimos a través del conocimiento científico. A ello se suman los espacios de investigación que motorizaba y las larguísimas “camicharlas” (caminatas de debate).
Ninguno de los que lo conocimos y nos formamos a su lado podremos jamás olvidarlo. Es nuestra responsabilidad continuar desarrollando sus ideas y que éstas sean sometidas a la crítica más rigurosa de manera de contribuir al desarrollo de una teoría coherente y completa sobre la vida humana en el capitalismo.
Vaya nuestro homenaje y abrazamos a su familia, colegas y discípulos frente a esta devastadora noticia.