En Barracas, el 6 de mayo, Justo Fernando Barrientos irrumpió en el cuarto de hotel donde vivían dos parejas de lesbianas y les lanzó una bomba molotov. Como resultado de su agresión, falleció una de ellas y dos se encuentran muy graves. El incendio causado fue reflejado por los medios locales, no así el lesbicidio.
No es un hecho fortuito. Ellas ya habían denunciado el hostigamiento del agresor. Las condiciones de vida paupérrimas que padece buena parte de nuestro colectivo LGBT*, en este caso el hacinamiento crítico, nos exponen y refuerzan situaciones permanentes y estructurales de violencia.
Los discursos odiantes promovidos por funcionaries del gobierno nacional y la Ciudad contra las diversidades sexogenéricas y el pueblo pobre refuerzan la violencia mencionada y habilitan nuevos ataques. La batalla cultural no es sólo una pelea ideológica, es una pelea por nuestras vidas.
Desde la AGD UBA nos sumaremos a todas las acciones a realizar por la justicia para las lesbianas de Barracas.