Las enormes movilizaciones universitarias del 2024, con epicentro en las convocatorias del 23 de abril y el 2 de octubre pusieron en agenda mucho más que el presupuesto requerido para los “Gastos de Funcionamiento” y los salarios de docentes y no docentes. El movimiento estudiantil levantó en sus tomas, movilizaciones, asambleas y cortes de calles también entre otros reclamos el “Boleto Educativo” ante los enormes tarifazos en el transporte. Reclamo que la AGD-UBA ha levantado en innumerables ocasiones junto a los centros y federaciones estudiantiles. Ahora, fruto de las peleas de este año, la Legislatura Porteña después de años y años de cajonearlos ha definido poner en discusión los distintos proyectos al respecto que anidaban en su recinto, y el próximo jueves 12/12 está planteado que uno de ellos pueda obtener sanción favorable.
Después del debate en la comisión correspondiente, y bajo despacho 0862/24, obtuvo dictamen mayoritario un proyecto que busca ampliar el alcance de la Ley 5.656 de 2016, que en su momento solo había alcanzado con el acceso al boleto educativo a estudiantes de educación inicial, primaria y media. Ahora se propone extender el acceso a este derecho a estudiantes de Institutos de Educación Superior; Universidades o instituciones universitarias; Centros de Formación Profesional; Instituciones de Educación Especial de gestión pública o subvencionados 100% en el ámbito de la Ciudad.
Lo cual representaría un avance importante, pero nos obligar a señalar que el mismo queda inmediatamente restringido por el nuevo alcance planteado. No podrían acceder al boleto de tarifa reducida, por ejemplo, los cientos de miles de estudiantes de la UBA, UNA y UTN que tienen domicilio legal en la Provincia de Buenos Aires. Además de que quienes deseen acceder serían obligades a presentar un certificado de pobreza, que nos recuerda a las maniobras que el gobierno de Milei está haciendo para frenar el acceso de jubilades a sus medicamentos.
El otro punto central que nos vemos obligades a señalar, es que la positiva ampliación de este derecho para les estudiantes de educación superior de la Ciudad de Buenos Aires, se hace sobre la base de modificar el nombre de la ley vigente, de “estudiantil” a “educativo”, pero dejando afuera a les docentes y no docentes que como fue puesto de manifiesto con nuestra pelea a lo largo de todo el año hemos visto recortado de forma inédita el valor real de nuestros salarios fruto del congelamiento y las paritarias por debajo de la inflación.
En este contexto, saludamos que el movimiento estudiantil haya obligado a la legislatura porteña a poner este tema en agenda y a que esté planteado un avance que sirva para mitigar en los bolsillos de la comunidad universitaria el brutal ajuste del gobierno de Milei y del cual participa también el gobierno de la Ciudad. Pero volvemos a manifestarnos por un Boleto Educativo que incluya también a les trabajadores que sostenemos con nuestros pauperizados salarios la educación superior y que vemos como mes a mes, aumento a aumento, el costo de desplazarnos hacia nuestras casas de estudios aumenta muy por encima de nuestros salarios.