El jueves 17 se llevó a cabo la reunión paritaria para establecer el porcentaje de la primera cláusula gatillo. Desde el 1 de abril hasta el 30 de septiembre la inflación acumulada fue de 23,19%. Deducido el incremento de 16% ya percibido, el porcentaje de aplicación de la cláusula resultó de 7,19%, incremento que se cobrará con el salario del mes de octubre.
La conquista de la cláusula gatillo en esta paritaria fue un paliativo frente a la pérdida salarial resultado de la brutal devaluación y una inflación completamente desbordada. Por supuesto, no contempla los porcentajes perdidos con la paritaria 2018, cerrada por las burocracias sindicales. El panorama de este mes y los próximos meses, con las exigencias del FMI a la orden del día, prenuncia la profundización del ajuste y la pérdida de nuestros salarios.
Por eso, la representación paritaria de la Conadu Histórica reclamó el adelantamiento de la segunda cláusula gatillo de marzo de 2020 a 2019.
Reiteramos nuestra denuncia frente a la discriminación salarial y exigimos el pago del bono de $5.000 que percibirán los trabajadores estatales y privados, pero no la docencia pre y universitaria.
Reclamamos un incremento de emergencia para los jubilados de la docencia pre y universitaria que percibirán un incremento del 8,6% hasta marzo de 2020, ya que se toma como base de cálculo el salario del activo con sumas en negro resultado de la paritaria 2018 firmada por la burocracia sindical y rechazada por la Conadu Histórica. Sumas que, como resultado de la paritaria de este año, comenzamos a incorporar al básico.
Volvimos a plantear la necesidad de fondos para atender a la profunda crisis que atraviesan las obras sociales universitarias y un incremento de emergencia para el presupuesto de ciencia y universidad.
Ni el gobierno nacional ni los rectores dieron respuestas al pliego de reclamos presentados. Llamamos a las y los docentes a deliberar en asamblea en torno a este pliego de reivindicaciones y a resolver colectivamente un curso de acción.