En nombre de AGD UBA envío un saludo en este particular 1° de mayo. En cuarentena, con toda la preocupación, al igual que el resto de lxs trabajadorxs, por nuestra salud y la del conjunto de la población, por la crisis del sistema sanitario y por las consecuencias sociales y económicas (despidos, suspensiones, rebajas salariales).
La crisis sanitaria, humanitaria, social y económica implica medidas de urgencia. Un reciente informe de la OIT señala que 1600 millones de trabajadorxs en el mundo están en riesgo de perder sus trabajos. El conjunto de la población debe tener garantizado el acceso a la salud, por eso, para hacer frente a esta pandemia, al dengue y al brote del sarampión se hace fundamental el reforzamiento inmediato del presupuesto de salud. 11 millones de personas que se alimentan en comedores y merenderos populares plantean que las raciones llegan tarde y no completan la alimentación apropiada, situación que también sucede en los comedores escolares y universitarios.
Según el Ministerio de Trabajo, 45.000 trabajadores han sido despedidos en las últimas semanas y más de 300.000 reciben salarios disminuidos, lo que se incrementará a partir del acuerdo de la CGT y la UIA refrendado por dicho ministerio. Mientras, más de 12 millones de trabajadores precarixs, monotributistas (y entre ellos también egresadxs universitarixs) no perciben ningún ingreso. Retomando lo resuelto en asambleas de nuestro sindicato, no tenemos que pagar la deuda pública, que además debe ser investigada, y poner todos los recursos para atender todas estas urgencias.
A lxs docentes universitarxs y preuniversitarixs el aislamiento obligatorio nos encuentra enfrentando la presión de autoridades para imponer una virtualización forzada e inviable, que conlleva mayor flexibilidad y presión laboral, además del recargo de todos sus costos sobre nosotrxs. Mientras, el valor de nuestros ya castigados salarios, tras la negativa por parte del gobierno de aplicar la cláusula gatillo en marzo, se va reduciendo día a día con la inflación y desvalorización creciente. Que se respeten los derechos de lxs estudiantes, para que se tengan en cuenta todas sus dificultades en esta “anormal” etapa. Por eso, desde el comienzo de la pandemia planteamos la conformación de comités de crisis paritarios.
Más que nunca reclamamos la aplicación del Convenio Colectivo de Trabajo, y el respeto a todos nuestros derechos y a las licencias y dispensas establecidas por el DNU y el Ministerio de Trabajo. Reafirmamos nuestra defensa de una educación superior –estatal, pública, laica y gratuita– y de una ciencia al servicio de las necesidades de las mayorías populares.
Como cada 1° de mayo, volvemos a convocar a toda la docencia a fortalecer a nuestro sindicato, AGD UBA, nuestra herramienta sindical, para continuar la pelea por nuestros derechos, para defender nuestro salario, para que todx docente tenga la renta que corresponde, para que la Obra Social esté en condiciones de atender todas las necesidades de nuestra salud.
Finalmente, volvemos a plantear: que la crisis, antes, durante y después de la pandemia, no la paguemos los trabajadores.
Ileana Celotto, secretaria general de AGD UBA