jueves 23 de junio de 2022

Una Asamblea Universitaria de espaldas a la Universidad

Este viernes 24 sesionará la Asamblea Universitaria. Compuesta por los consejeros directivos de cada facultad, no fue convocada para deliberar sobre los reclamos salariales docentes y no docentes, ni sobre el calamitoso estado edilicio de nuestras facultades. Mucho menos para avanzar en cómo volcar los recursos de la universidad pública al servicio de las necesidades […]

Este viernes 24 sesionará la Asamblea Universitaria. Compuesta por los consejeros directivos de cada facultad, no fue convocada para deliberar sobre los reclamos salariales docentes y no docentes, ni sobre el calamitoso estado edilicio de nuestras facultades. Mucho menos para avanzar en cómo volcar los recursos de la universidad pública al servicio de las necesidades de las mayorías de nuestro pueblo.

Su único objetivo es elegir Rector.

Pero este Rector no será votado luego de una libre deliberación de las mayorías universitarias. Por el contrario, ya viene “electo” en los acuerdos tras bambalinas por quienes usufructúan la universidad pública en su propio beneficio.

La Asociación Gremial Docente de la UBA denuncia el carácter antidemocrático e ilegítimo de esta elección.

Y coloca en debate que la UBA continúa regida por el Estatuto de 1958. Lo que significa, entre otros avasallamientos, que los docentes no tienen voz ni voto en los órganos de cogobierno. Reclama la creación de un claustro único docente para representar a todos los trabajadores de la UBA, y no un claustro de “profesores”, que representan el 5% de la planta, pero cuentan con la mitad de los votos válidos en los organismos. Este Estatuto, que debe ser derogado de inmediato, condena a los estudiantes a una subrepresentación, y no le otorga voto a los no docentes, además de avalar el trabajo precario y ad honorem en la UBA.

Reclama también por el reconocimiento integral del Convenio Colectivo Nacional de la docencia pre y universitaria. Con este derecho elemental para los trabajadores de la universidad, debería establecerse la carrera docente y la promoción, el fin de los interinatos y del trabajo gratuito.

Esta Asamblea Universitaria, falsamente representativa, tampoco abordará el problema del presupuesto universitario y el recorte sufrido en todas las partidas, animado por el acuerdo del gobierno con el FMI. Tampoco los reclamos que los docentes llevamos a la paritaria: el aumento salarial según el costo de vida –frente a una inflación desatada–, la restitución del bono por conectividad, la defensa de los regímenes especiales de jubilaciones, la constitución de un programa para regularizar los ad honorem, entre tantos otros reclamos.

Por todo esto, AGD UBA expresa su malestar y repudia la Asamblea Universitaria, y su elección de Rector de espaldas a las necesidades del demos universitario y a las problemáticas de las mayorías nacionales.

 

AGD-UBA