martes 22 de marzo de 2022

Frente al comienzo del cuatrimestre

Estimad@s colegas: En estos días, docentes y estudiantes nos vamos a encontrar de manera presencial en nuestras sedes y aulas, siempre que la ola de contagios siga cayendo como hasta ahora. Lo haremos, en el caso de las facultades, después de dos años de un muy duro trabajo remoto que se desarrolló –como lo denunciamos […]

Estimad@s colegas:
En estos días, docentes y estudiantes nos vamos a encontrar de manera presencial en nuestras sedes y aulas, siempre que la ola de contagios siga cayendo como hasta ahora. Lo haremos, en el caso de las facultades, después de dos años de un muy duro trabajo remoto que se desarrolló –como lo denunciamos oportunamente– en las peores condiciones y sin recursos. Después de haber estado –más allá de los contactos virtuales– aisladxs en nuestras casas. La docencia preuniversitaria estuvo también atravesada por la falta de recursos, burbujas, pero sobre todo por la defensa de nuestras condiciones de trabajo.
Sin embargo, y más allá de lo positivo del reencuentro, tenemos que analizar aspectos de este regreso. En estos dos años, prácticamente no hubo inversiones para mejorar o acondicionar edificios –más allá de retoques cosméticos–, aulas, laboratorios, talleres. En otras palabras, el Rectorado y las gestiones imaginan un regreso no a una nueva sino a la misma vieja normalidad que enfrentábamos antes de 2020.
¿Harán efectivo ya no digamos los protocolos sino las condiciones más elementales de seguridad e higiene en nuestros lugares de trabajo? ¿Seguirán las aulas superpobladas en el CBC y en muchas de las carreras? ¿Garantizarán que en las aulas haya ventilación? Y las preguntas siguen.
Frente a esto, es necesaria la organización en cada lugar de trabajo y la presentación de denuncias para lo cual la AGD –que cuenta además con el asesoramiento de especialistas en Seguridad e Higiene que están a disposición de la docencia– sigue siendo el canal e instrumento para la defensa colectiva de nuestros derechos. Seguimos planteando, como desde el primer día de la pandemia, la necesidad de debates conjuntos con representaciones de sindicatos docentes, no docentes y de les estudiantes para todo lo referente al seguimiento de las condiciones de trabajo a nivel de cada establecimiento.
En ese sentido, la Asamblea de AGD resolvió que cualquiera sea la modalidad (presencial o virtual por situaciones particulares) se tiene que respetar el cargo y dedicación. Rechazamos el modelo híbrido por docente que implica más precarización y flexibilidad laboral. Reclamamos que todos los costos laborales estén a cargo del empleador. En el pliego votado reclamamos capacidad máxima de estudiantes por aula (de acuerdo al espacio físico y al trabajo docente), apertura de más comisiones y más cargos docentes rentados, dispensas para casos particulares y licencias, estabilidad docente (ningún despido y renovación anual de todos los interinos), aplicación inmediata de los programas de jerarquización y ad honorem y contratados, renovación de todxs lxs docentes de más de 65 años que lo soliciten y renovación a quienes aún no les ha salido la jubilación, aplicación del Convenio Colectivo de Trabajo nacional.
La otra vieja normalidad que vamos a continuar enfrentando es la del ajuste salarial. Si bien el congreso de la Conadu Histórica rechazó la última oferta salarial por insuficiente: un incremento en cuotas (13% en marzo, 12% en junio, 6% en agosto, 10% en septiembre), con porcentajes no acumulativos y sin cláusula gatillo frente a una inflación anual que calculan en 60%, el resto de las federaciones acaban de firmar esta nueva paritaria a la baja. Un nuevo ajuste.
El acuerdo con el FMI, que ahora forma parte de todos nuestros debates, agravará el deterioro de nuestras condiciones de vida, profundizará los recortes en el presupuesto universitario y de educación, nos volverá a someter a una hipoteca que amenaza por décadas. Un acuerdo que, hay que subrayarlo, tuvo entre sus primeros apoyos el del Consejo Interuniversitario Nacional, es decir, una ratificación por parte de los rectores de todo el país del ajuste en curso.
La permanente lucha de la docencia por la recuperación salarial, más que nunca, va a estar atada a las luchas del conjunto del conjunto de lxs trabajadorxs. Y a la necesidad independencia política de los sindicatos en relación con los gobierno y las gestiones universitarias, única garantía para poder defender los intereses de quienes representan. Por eso, nos movilizamos contra el acuerdo con el FMI. Por eso va a ser necesario que pongamos en pie un gran movimiento de defensa y lucha de nuestros derechos.
Te invitamos a compartir estas consideraciones con tus compañerxs de cátedra. A sumar otras preocupaciones y alertar sobre otras situaciones. A promover la mayor deliberación sobre la situación de la docencia en el cuadro general que enfrentamos. A mantener el permanente contacto con AGD UBA para facilitar la intervención de conjunto del sindicato.
Esta vuelta, para la AGD, es también la vuelta presencial a la organización y la lucha colectiva de toda la docencia de la UBA, de sus facultades, colegios, escuelas, laboratorios e institutos
15/03/2022