Tras haber estado hospitalizada desde hace quince días, cuando se produjo la explosión de gas en la Escuela Albergue N° 144, de Aguada San Roque (Neuquén), falleció la maestra Mónica Jara. Dos trabajadores y ahora la docente son las víctimas de la política criminal del gobierno neuquino que impuso la presencialidad sin condiciones y que no garantizó la seguridad más elemental a sus trabajadores.
Las causas de estas muertes no pueden atribuirse a un accidente. Tienen responsables.
AGD UBA comparte el pesar de familiares y compañerxs de Mónica. Seguimos reclamando
por el inmediato esclarecimiento del hecho y por la renuncia de la ministra de Educación Cristina Storioni.