El jueves 3 de septiembre, a un día del cierre de carga de notas para que decenas de miles de estudiantes puedan rendir examen final, apenas se habilita la carga. Una tarea de Titanes: cátedras que tienen que cargar cientos de notas simultáneamente. Pero lo mejor es que esta tarea de Titanes no la tienen que llevar adelante experimentados trabajadores no docentes, sino que nos la echan encima a docentes interines precarizades hace décadas.
¿Por qué las autoridades de la UBA, que ha visto reducidos sus costos operativos (que recayeron sobre les docentes), hacen semejante cosa? No lo han dicho; simplemente naturalizan sumarnos trabajo administrativo a les docentes. Eso es todo.
A esta cadena de irresponsabilidades ayuda el hecho de que les miles de docentes no tengamos personas concretas a las cuales dirigirnos, aunque sea en forma virtual.
En este marco extremo, hay casos particularmente graves. Como los casos de los cientos de docentes con tareas de cuidados sin licencias y las decenas sin cobrar hasta el momento.
La arbitrariedad es tal que llega a cubrir cátedras enteras, como el caso de la cátedra Marchini en la que el propio titular se encuentra sin cobrar desde diciembre del 2019, a pesar de seguir a cargo de la cátedra y sus más de 600 estudiantes. Cátedra en la que esos estudiantes cursaron, pero ahora se les niega la posibilidad de cargar sus notas.
Les docentes estamos cansades del maltrato institucional del CBC y de las autoridades de la UBA.
Necesitamos un espacio decisorio democrático, que se paguen todos los salarios adeudados y que se contemplen las excepcionales circunstancias en que estamos llevando adelante nuestra tarea de enseñanza.