ESTADOS CONTABLES EJERCICIO N°26
01/07/2024 AL 30/06/2025
Aprobados por Mesa ejecutiva de AGD, propuesto a la asamblea general ordinaria del 12/11/25
Descargar: Balance 2024-2025
MEMORIA correspondiente al periodo Julio 2024-Junio 2025
Todas las acciones y posicionamientos que nuestro sindicato tomó y desarrolló a lo largo del periodo comprendido en esta memoria tienen como eje directriz la defensa de derechos y conquistas frente a la política antiobrera, de ajuste y motosierra, antiderechos y represiva del gobierno de Milei.
Fuimos parte de todas las acciones de distintas organizaciones de trabajadorxs, siempre guiados por la importancia del frente único con independencia de clase y para la lucha. Apoyamos y nos solidarizamos con todas las peleas que distintos colectivos de trabajadorxs llevaron adelante en defensa del salario, de las condiciones de trabajo, contra los despidos y cierres, enfrentando la entrega sistemática por parte de las direcciones sindicales en manos de la burocracia. Estuvimos presentes en los debates y en las calles, enfrentando a la represión de Bullrich, defendiendo a los derechos humanos y su memoria, enfrentando los avasallamientos contra el movimiento de mujeres y diversidades, defendiendo nuestras conquistas y nuestras vidas.
Como parte de ellas apoyamos la lucha de lxs trabajadorxs del INTI, INTA y Conea contra los despidos y el desguace. Acompañamos con delegaciones o con cese de actividades y hasta con paro las movilizaciones de lxs jubiladxs al Congreso, permanente reprimidos por la policía de la Ciudad y de Bullrich, donde en una ocasión fue herido el docente Gerardo Mirkin. Acompañamos la ocupación de Morvillo en defensa de la fuente de trabajo, sus plenarios y la movilización a La Plata para entregar al gobernador Kicillof una propuesta de proyecto productivo que nunca tuvo respuesta. Estuvimos en cada convocatoria del Hospital Bonaparte, del Garrahan y de residentes y concurrentes. Apoyamos «La fila del Hambre» convocada por la UTEP. Como integrantes del Plenario del Sindicalismo Combativo participamos en movilizaciones el 5/12 y 20/12 y el 30/4, junto trabajadorxs ocupadxs y desocupadxs en lucha, por el conjunto de nuestros reclamos y del pueblo frente al ataque general del gobierno de Milei, contra el Protocolo de Bullrich, la Ley Bases y el DNU y todas las causas armadas contra lxs luchadorxs, con el planteo de paro activo y plan de lucha nacional para enfrentarlo. Abrazamos a la Ex Esma contra los despidos en la Secretaría de DD.HH. de la Nación al igual que participamos de las asambleas contra los despidos en salud. Estuvimos presentes en la pelea contra los despidos en Linde Praxair y Secco
Enfrentamos también, como parte del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, el avasallamiento permanente a las libertades democráticas y la persecución a lxs que luchan, a la represión y al protocolo de de Bullrich. Una represión que carga ya con muchos heridos, entre ellos Pablo Grillo en ocasión de la movilización contra la Ley de Bases. Estuvimos en todas las convocatorias para denunciar los allanamientos contra dirigentes y organizaciones sociales como el Polo Obrero, MTL, Barrios de Pie y Movimiento Evita, inscriptos en una política de persecución al movimiento piquetero al extremo de dejar de enviar alimentos a los comedores de todo el país. Nos pronunciamos por el cierre de las causas armadas contra el Polo Obrero y el MTR Cuba. Repudiamos el atentado sufrido por el delegado general de la Junta Interna de ATE del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Rubén López. Junto a Conadu Histórica dijimos No a la causa contra la docente universitaria neuquina Gabriela Suppicich, capacitadora de organizaciones sociales y populares, a la detención del docente tucumano Fernando Korstanje de la UTN y repudiamos el hostigamiento sufrido por Belén Almejún de parte de trolls del gobierno. Nos pronunciamos contra el genocidio en Gaza y contra las persecuciones a quienes defienden la causa Palestina como fue el caso de Vanina Biasi y Alejandro Bodart. Denunciamos la visita de diputados nacionales de LLA a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad reafirmando que no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos, 30.000 compañerxs detenidxs desparecidxs, presentes. Repudiamos las declaraciones fascistas del presidente Milei en ocasión de su defensa del saludo nazi de Musk. Marchamos contra el fallo y denunciamos la proscripción política y antidemocrática a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Nos pronunciamos contra la “FBI Argentina” (decreto 383/2025) por reforzar el aparato de inteligencia y persecución de la sociedad, lo que agrava aún más todas las tendencias represivas del actual gobierno. Y, por supuesto, volvimos a marchar a 49 años del golpe cívico eclesiástico militar como lo denominaba nuestra querida Nora Cortiñas.
Otro de los blancos principales de ataque de este gobierno fueron y son los derechos conquistados por el movimiento de mujeres y diversidades. Por eso, volvimos a parar el 8M, Día internacional de la mujer trabajadora, y nos movilizamos con la Asamblea Antifascista por nuestro salario, la defensa de la ESI y su implementación efectiva, por la inserción laboral travesti trans en las UUNN y contra toda forma de violencia hacia a las diversidades sexogenéricas. A los 10 años del #NiUnaMenos, marchamos el #4J en reclamo de todos nuestros derechos. Fuimos parte de las asambleas de Parque Lezama para repudiar los agravios de Milei y organizar la gran marcha del 1 de febrero en defensa de todos los derechos amenazados. Nuevamente participamos del 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidad Sexual realizado en Jujuy en pleno conflicto universitario. En la apertura se cantó “Universidad de las trabajadoras, y al que no le gusta, que se joda!”. El reclamo y la lucha de las universidades estuvieron presentes en todos los talleres y en la asamblea interclaustro e interfacultades que fue parte de las actividades del encuentro.
Estuvimos presentes en todas las instancias de la lucha de clases para enfrentar a este gobierno. Pero la defensa de la universidad, la ciencia y salud públicas, de los salarios de sus trabajadorxs y de los derechos de quienes las habitamos fue central no sólo porque se trató de defensa propia sino porque fuimos y somos uno de los blancos predilectos de este gobierno. Además de solidarizarnos, buscamos frente a cada convocatoria articular con ATE Conicet, INTA, INTI, los hospitales públicos como el Garrahan y Bonaparte, y con docentes de otros niveles educativos, atravesados por el desguace y la asfixia presupuestaria. Especialmente en todas las movidas en defensa del Conicet y la investigación pública, por el reclamo de investigadorxs y becarixs, por aumento salarial y presupuestario, contra el ajuste, recortes y despidos frente a un gobierno que, al igual que con la educación y salud públicas, cada día fue profundizando su ataque a la ciencia y conocimiento. Como parte de estos reclamos estuvimos en todas las convocatorias en el Polo Científico y en el evento «Ciencia de la A a la Z».
Por nuestra pelea salarial desarrollamos un plan de acción con paros, clases públicas y todo tipo de acciones de visibilización y para sumar a estudiantes y no docentes. Formamos parte de las convocatorias conjuntas del Frente de Gremios universitarios, y, por supuesto, cuando fueron convocados sólo por nuestra federación, la Conadu Histórica, pero también solos cuando lo consideramos necesario frente a la parálisis de las federaciones. Las dos grandes jornadas de clases públicas que sostuvimos fueron parte de esas iniciativas y lograron una importante repercusión a favor de toda la pelea de conjunto.
El ataque al salario docente afecta directamente a los haberes jubilatorios que además sólo tiene actualización cada tres meses. Pero además quienes se jubilan pierden Dosuba y en algunos casos sufren descuentos por el impuesto a las ganancias, topes de haberes y falta de haberes integrados. Para hacer frente a estos reclamos convocamos tres reuniones con nuestro abogado previsional que demostraron la importancia de fortalecer una comisión de jubiladxs.
Fuimos parte de los sindicatos que estuvieron en la calle cada vez que se trató la Ley de Bases, un paquete de ataque contra los derechos de lxs trabajadorxs, y que fue aprobada en julio de 2024 gracias a los votos de quienes, ya sea por orden de su gobernador o de su bloque político, volvieron a apoyar al gobierno. Quedó consagrada con esa aprobación la entrega los recursos a través del RIGI a las corporaciones, el remate de empresas estatales, la restricción del derecho de protesta de lxs trabajadorxs y el avance precarizador –todavía más– en las condiciones de trabajo, el impuesto al salario y la baja impuestos a los más ricos, y superpoderes al presidente . Esa Ley de Bases es un sostén para toda la ofensiva que desarrolla este gobierno.
Fuimos muchos los sectores que a lo largo del año comprendido en esta memoria nos organizamos para dar batalla. Entendiendo la necesidad de una respuesta de conjunto para terminar con el plan Milei, nuestras asambleas, una y otra vez, se pronunciaron por la necesidad de que la CGT y las CTAs convoquen un plan de lucha nacional que comience con un paro de 36 horas con movilización, con continuidad hasta terminar con esta ofensiva. Planteo que levantamos en cada concentración y marcha, como el 7/8 en la columna independiente junto a sindicatos combativos en la convocatoria realizada por la UTEP, las CTA’s y la CGT. Marchamos así porque, tal como también se estableció en nuestras asambleas, la ofensiva brutal del gobierno de Milei y el poder para sostenerla contra lxs trabajadorxs pudo avanzar también gracias a que la CGT acordó una y otra vez, dejó pasar ataque tras ataque, negoció, abandonó a distintas luchas o incluso las traicionó: la CGT tiene una gran responsabilidad de este avance y las CTAs que tampoco jugaron, detrás del seguidismo a la CGT.
En este período, además de la lucha salarial y contra el ataque del gobierno, a principios del 2025 se desarrollaron las elecciones de la federación y de nuestro propio sindicato que nos introdujo en el debate interno tan necesario sobre el destino y política de nuestras organizaciones, mucho más en tiempos tan difíciles como el que atravesamos hoy lxs trabajadorxs.
Si bien no logramos generar el espacio para llevar adelante una campaña general de afiliación, al cierre del ejercicio se registraron 4912 afiliados. También en este período y a pesar de los menores ingresos de la cuota sindical, dado el deterioro de nuestros salarios y las bajas por jubilaciones, gracias a los ahorros preservados incrementamos el patrimonio del sindicato con la compra de un departamento que nos permitirá ampliar el espacio para brindar a lxs afiliadxs.
El recorrido del conflicto desarrollado en esta memoria muestra que el fortalecimiento de la AGD constituye la condición indispensable para impulsar en la UBA una lucha capaz de conquistar nuestras reivindicaciones y superar a las burocracias sindicales de la universidad, que, al formar parte de las fuerzas del frente gremial, reprodujeron en la propia UBA el freno, la desorganización y la desmoralización generalizadas.
Desde el primer día que corresponde a esta memoria, hasta el último, cumpliendo con las resoluciones de nuestras asambleas, de la Mesa Ejecutiva y del Plenario de Secretarías Generales, impulsamos la organización de la docencia universitaria y preuniversitaria y el debate colectivo. La conquista del aumento salarial, de la adecuación de las jubilaciones y del salario para los ad honorem en el contexto político en el que nos encontramos demandará muchos más esfuerzos y sobre todo una firme convicción y voluntad de lucha. Somos conscientes que no depende sólo de nosotros, pero todo el camino recorrido nos encuentra bien posicionados, sin ataduras políticas y con independencia de las autoridades, para plantear la pelea y llevarla adelante. Hay que darla, porque estamos convencidos que se trata de Milei o la universidad pública y sus trabajadorxs.
El ataque a nuestro salario y a la universidad pública
La situación de deterioro salarial de la docencia pre y universitaria alcanzó niveles históricos. Se trata de la caída salarial más grande de los últimos 40 años. Mientras nuestros salarios, desde la asunción de Milei a junio de este año inclusive, tuvieron un incremento del 128,49%, en el mismo período la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue del 220,45%, lo que reafirma nuestra exigencia de un inmediato incremento del 40,25%, además del reclamo de recomposición del Fonid, en el caso de los preuniversitarixs.
En este cuadro, el gobierno negó las paritarias, aplicó «aumentos» unilaterales que sólo depreciaron más nuestros ingresos, y vetó la Ley de Financiamiento Universitario en el 2024. A lo largo de todos estos meses dijimos: así no podemos seguir.
La licuación de los salarios docentes impacta de manera brutal en el día a día y en la cada vez más difícil organización cotidiana. Hoy, cuestiones básicas como comer, pagar los servicios, el alquiler y trasladarse se vuelven imposibles para la docencia, en un escenario de aumento de precios y salarios pisados. Ya la cifra de 10.000 docentes que a nivel nacional renunciaron o bajaron su dedicación queda desactualizada, produciéndose un desguace de los equipos de docencia, extensión e investigación que será muy difícil poder revertir. Pero, además, estos salarios colaboran en el deterioro de nuestra obra social y afectan también a nuestrxs jubiladxs dado que su haber está atado al salario en actividad.
El reclamo salarial de todos los sectores de la docencia y de lxs trabajadorxs no docentes puso en evidencia los límites de la política del Rectorado de la UBA. Luego de haber levantado apresuradamente la “emergencia presupuestaria” —tras obtener, producto de las grandes movilizaciones y acciones del cuatrimestre anterior, un aumento en el financiamiento universitario—, el propio Rectorado se vio obligado a retroceder y volver a declarar la emergencia pero esta vez en relación con los salarios. Un gesto que no implicó en el apoyo a las medidas de fuerza, por el contrario la precarización laboral, el indigno bono de fin de año y la no aplicación del Convenio Colectivo de trabajo se mantuvieron y hasta agudizaron.
A esto se sumó que tuvimos que enfrentar ataques y mentiras por parte del gobierno y sus agentes y el recrudecimiento de ataques de liberfachos hacia estudiantes y docentes. Como las cifras de “aumento” publicadas por la ministra Pettovello en un comunicado; las redes sociales del diputado Carlos González D’Alessandro (LLA) donde instó a denunciar a docentes universitarixs de “ideología zurda”; numerosas cuentas trolls que hablaron de supuesto adoctrinamiento; los dichos de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, acerca de las tomas de Universidades con finalidad de “generar una revuelta” y, finalmente, el Ministerio de Capital Humano que en abril abrió una cuenta de correo electrónico para recibir denuncias por “adoctrinamiento” en las Universidades. Todo en sintonía con un decreto de Milei que incorpora a la Ley de Protección Integral de las Niñas, los Niños y Adolescentes un artículo especial que penaliza la “imposición de una manera de pensar y/o actuar político partidaria especialmente en el ámbito educativo” y que hasta los medios oficialistas difundieron como un “una medida que prohíbe el adoctrinamiento en las aulas”. Algunos medios de comunicación fueron eco de esta ofensiva incluso de denuncias concretas. Tal como afirmamos desde el primer día de este gobierno: todo apunta a destruir la universidad pública, la producción científica independiente, la libertad de cátedra y el pensamiento crítico.
Si bien en el segundo cuatrimestre del 2024 realizamos varias jornadas de paros, ya desde la primera asamblea de nuestro sindicato (31/7) se consideró que frente a este gobierno y el brutal ataque a la universidad pública y sus trabajadorxs, las medidas de fuerza debían ser con paros semanales y posterior evaluación hacia la paralización de todas las actividades universitarias para conquistar nuestros reclamos salariales y presupuestarios. Sin clases en el aula, pero con clases públicas, cortes de calle, debates y acciones públicas, convocando a los estudiantes a sumarse, organizadas por las gremiales. Llevamos ese mandato a la federación pero no logramos que se imponga, volviendo en general a paros de 48 horas, que siempre acompañamos con numerosas acciones de visibilización como semaforazos, clases públicas incluso en distintos puntos de la ciudad, ruidazos, cortes, que lograron mantener nuestro conflicto y reclamo no sólo en los medios de comunicación sino en la propia escena política. Lo hicimos convencidos de que la lucha era el camino para imponer nuestros reclamos, debate que llevamos a nuestra federación enfrentando como única opción a la “salida parlamentaria”, camino planteado desde el CIN y, por supuesto, las autoridades de la UBA con adaptación de las direcciones de las federaciones. Desde AGD UBA articulamos el reclamo por la inmediata aprobación del proyecto de Ley de Financiamiento Universitario con la necesidad de profundizar el plan de lucha para lograrlo. Su sanción en Senadores el 12/9 la dejó convertida en Ley y a la espera del ya anunciado veto presidencial que, finalmente, se impuso con el apoyo de diputados.
Ni la repercusión pública de la situación universitaria, ni los debates en el Congreso, ni las manifestaciones de las gestiones universitarias, ni la ley de Financiamiento universitario, nada de eso hubiera existido sin los paros y la movilización docente, estudiantil y no docente del primer cuatrimestre, y sin el plan de lucha que amenazó con la paralización de los colegios preuniversitarios y las universidades. Con esta convicción llamamos a no abandonar la lucha y prepararnos para enfrentar el veto.
Fueron semanas de acciones de lucha y visibilización: el abrazo al Clínicas, paros sin asistencia o con clases públicas y la nueva marcha federal universitaria del 2/10 para decir no al veto, sí a la universidad pública y al aumento de salarios. Finalmente, el 9/10 el gobierno logró por una mínima diferencia que Diputados ratificara el veto contra la Ley de financiamiento universitario. Fue una dura jornada con concentración y radio abierta en el Congreso y paro docente en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Al día siguiente, el 10/10, todas las federaciones convocaron a paro nacional.
En simultáneo, el movimiento estudiantil, que durante todo el año nos había acompañado, dio un salto. Ya previo al veto se habían ocupado las facultades de Psicología, Cs. Veterinarias y Filosofía y Letras. Una situación que se replicó en todo el país. Asambleas multitudinarias, ocupaciones y tomas. Toda esta gran entrada en acción del movimiento estudiantil fue un empuje importantísimo a la pelea contra el veto y por la Ley de financiamiento. En CABA con los centros y agrupaciones combativas marchamos el 12/11 del Obelisco a Plaza de Mayo. El brote estudiantil constituyó un serio llamado de atención para las autoridades universitarias, todas ellas vinculadas a los mismos partidos que, en Diputados, avalaron el veto de Milei. En sintonía con el crecimiento del protagonismo estudiantil, esas autoridades respondieron desarrollando una política orientada a contener y desactivar el conflicto, actuando como un factor de freno y desmovilización. Por su parte, las direcciones sindicales, nucleadas en el Frente de Gremios, lejos de expresar una verdadera “unidad”, contribuyeron en los hechos a la parálisis y la desorganización del movimiento.
En esos días, AGD UBA convocó a una numerosa asamblea en Psicología que se realizó en simultáneo con una asamblea estudiantil que votó la toma de la sede. De esa asamblea, y con fuerte espíritu crítico hacia las conducciones, salió un mandato hacia el plenario de nuestra federación con propuestas para mantener y profundizar el plan de lucha, convocando también a otros sectores (Aerolíneas, Garrahan, jubiladxs, Conicet, Bonaparte) que también estaban en esos días enfrentando la política de Milei. Reafirmamos la necesidad de una tercera marcha nacional a Plaza de Mayo el 22/11 (fecha propuesta el congreso de Conadu Histórica) y de un Encuentro de delegados docentes y no docentes con mandatos de asamblea para debatir cómo continuar la lucha.
Finalmente, desde Conadu Histórica (CH) se resolvió una semana con paro y otras acciones entre las cuales AGDUBA realizó a una nueva jornada de clases públicas en Plaza de Mayo el martes 22 con paneles, feria de ciencias y una clase magistral a cargo del vicerrector de la Universidad de Gral. Sarmiento. En la misma semana participamos en una marcha de antorchas de Plaza Houssay a Pizzurno convocada por autoridades y gremios de la UBA y montamos a partir de AGD Medicina, junto a ATE Conicet, una Feria en defensa de la universidad pública y el sistema científico en Plaza Houssay.
No nos equivocamos al denunciar la pretensión de ahogar la movilización docente estudiantil por vía de la parlamentarización. Perdida la ley en el Congreso, de conjunto, rectores, decanxs y la burocracia sindical militaron hasta enterrar el conflicto para desarmar la movilización docente y estudiantil. El veto se impuso sin resistencia.
Toda la experiencia de este segundo cuatrimestre nos dejó varias enseñanzas. Las mismas se expresaron muy claramente en la primera asamblea convocada por AGD UBA a fines de febrero de este año: basta de paros aislados, basta de supeditarnos a un frente de gremios si no quiere luchar. Por eso llevamos a CH mandatos de paros de 72 horas, la exigencia de una nueva marcha nacional y que la federación convoque a un encuentro de sindicatos/asociaciones de base docentes y no docentes dispuestas a impulsar un urgente plan de acción. Sin embargo volvieron los paros aislados sin anuncio de continuidad, y hasta descoordinados entre federaciones. En cada fecha de medida de fuerza desde AGD UBA sostuvimos acciones centrales o a cargo de cada comisión interna como el “Recibazo” en Pizzurno, o clases públicas y acciones de visibilización.
Fueron muy intensos los debates, la frustración del cierre del conflicto en el 2024 caló fuerte en la docencia, que se había jugado a fondo el año pasado, y, sin un planteo unánime y decidido por parte de las federaciones para retomar con todo la pelea por el salario, fue muy desigual el cumplimiento de las medidas de fuerza.
Las jornadas de paro de 48 horas tuvieron un acatamiento dispar, lo mismo que la participación en acciones como un nuevo abrazo al Clínicas, convocado desde el Consejo Superior, pero con menor participación que el anterior. Sin embargo, la nueva jornada de clases públicas en Plaza de Mayo organizada por AGD UBA el 12/6, con olla popular que fue impedida por orden del gobierno de la Ciudad, fue un evento de importante participación y repercusión.
La misma política de ajuste llevada adelante por el gobierno nacional fue implementada por las autoridades de la UBA y afectaron las condiciones de trabajo y salariales. Un ejemplo de esto fueron los reclamos, sin respuesta, por parte de docentes del ingreso al CNBA y al Pelle. Que motivó un PARO docente el sábado 14/06.
Llegamos al último mes del cuatrimestre con la lucha por paritarias y la recomposición salarial no instalada en el debate público nacional. Sin embargo gracias al paro de 48 horas convocado por Conadu Histórica, la marcha universitaria de la UBA y el paro nacional de no docentes convocado por Fatun –al que AGD UBA se sumó pero no así otros gremios ni nuestra federación– lograron reinstalar nuestro reclamo.
Así estaban dadas las condiciones para imponer medidas de continuidad, para que el movimiento creciera con paros, clases públicas y con una nueva marcha nacional a Plaza de Mayo. Sin embargo, en lugar de discutir cómo profundizar ese plan, el Frente de Gremios Universitarios propuso como única orientación, una vez más, buscar una salida parlamentaria, que aunque esta vez viera la luz ya estaba el anuncio del veto o no cumplimiento por parte del gobierno nacional. Por eso desde AGD UBA planteamos la urgencia de poner en pie un plan de lucha que tenga continuidad, que sea progresivo y que, como parte del mismo, convoque a una marcha nacional no más allá de mediados de junio a Plaza de Mayo y a todas las plazas políticas del país, para defender la universidad, la ciencia, la tecnología y a sus trabajadorxs. Nunca fue convocada.
El año pasado ya tuvimos la experiencia con la Ley de financiamiento universitario, vetada por Milei y el parlamento. Fue un camino de entierro del conflicto, en el momento de su mayor apogeo, justo cuando irrumpía el movimiento estudiantil. Cualquier Ley de financiamiento, por buena que sea, no puede reemplazar la fuerza de la comunidad docente y no docente en lucha. La presentación de proyectos y debates parlamentarios como la conquista de la ley son importantes pero no deben reemplazar la organización y lucha. Es un camino que sólo nos lleva a la desorganización y desmoralización, dejándonos debilitados para la pelea tan necesaria para arrancarle nuestros derechos a este gobierno.
Fuimos críticos del accionar del Frente de Gremios Universitarios, atravesado por una política de seguidismo al CIN. Defendimos la unidad en todas las acciones, de todos los gremios e incluso la implementamos a nivel regional. Pero siempre que significara un impulso para la lucha por la conquista de los salarios y el presupuesto, nunca para el freno ni el seguidismo a los lineamientos de las patronales universitarias que incluso en pleno conflicto avanzaron, junto con el gobierno en una nueva reforma contra la universidad pública, el SACAU.
En mayo, y a espaldas de la docencia que reclamaba aumento salarial y presupuesto, el gobierno de Milei y los rectores lanzaron una reforma de las carreras universitarias que pretende el desguace de las universidades tal cual la conocemos, sobre el viejo guion del FMI, a partir de la implementación de un sistema de créditos. Los ajustadores pretextan que, con este modelo, los planes serán “más libre y abiertos, interdisciplinarios y flexibles”. Pero la política que pretenden implementar exhuma el viejo proyecto menemista –copiado del modelo europeo de Bolonia– que apunta a la reducción de las carreras de grado gratuitas a expensas de un mayor desarrollo de los posgrados arancelados. En otras palabras, asistimos a un nuevo intento por profundizar la mercantilización de la educación superior con el guion –otra vez– del Fondo Monetario Internacional. El proyecto elaborado por el CIN y el CRUP –los consejos que reúnen a las y los rectores de universidades públicas y privadas– y que es un salto en el esquema de destrucción de la universidad pública desde adentro, pretende ser impuesto hacia enero de 2027. Debemos señalar que el propio rectorado de la UBA es la punta de lanza de esta reforma, puesto que ya la puso en práctica en la Facultad de Ciencias económicas en el 2°cuatrimestre 2024. Tenemos por delante la tarea de clarificar e impulsar un gran movimiento estudiantil, docente y no docente para voltear esta resolución antieducativa y privatista defendida por quienes, más allá de alguna declaración de emergencia, asisten impávidos al derrumbe de las universidades, a la liquidación de nuestros salarios, a la expulsión creciente de docentes y estudiantes del sistema. Cualquier movimiento de lucha tiene que ser con independencia de estas patronales.
La gran lucha universitaria del año pasado y de este nos dejó varias enseñanzas. La primera es que no basta con hitos históricos como la enorme marcha en defensa de la Universidad Pública de abril que arrancó un aumento para el funcionamiento, si ese «funcionamiento» de las universidades no incluye el salario de sus trabajadorxs. La enorme cantidad de acciones de protesta que realizamos: paros, clases públicas, semaforazos, ruidazos tienen que formar parte de un plan de lucha nacional con continuidad y profundización, en unidad con todos los sectores universitarios, siempre que la misma esté al servicio de la lucha. La segunda: coordinar con el frente de gremios universitarios privilegiando la unidad pero no subordinando su realización a lo que el resto de las federaciones decidan cuando esas decisiones implican parálisis. El Frente de gremios universitarios tiene una enorme responsabilidad en el saldo de este conflicto, porque saluda su propia unidad pero no concreta una medida colectiva, disolviendo toda iniciativa general mientras empeora nuestra situación salarial, nuestras condiciones de trabajo y el mismo sistema universitario y científico. Pocas medidas y aisladas desorganizan las enormes posibilidades de un movimiento universitario que el año pasado dio muestras de su fortaleza en el primer cuatrimestre y, por las mismas razones que acá denunciamos, se fue deshilvanando sin una convocatoria masiva a fin de año, como lo reclamamos desde AGD tras la jornada de clases públicas en la Plaza de Mayo. Desgastan y desmoralizan las enormes fuerzas de la docencia, los no docentes, las y los estudiantes.
Nuestros afiliados y sus familias, una prioridad
El deterioro salarial afectó todos los ingresos para nuestras familias. Así lo entendimos en la Mesa Ejecutiva y por eso resolvimos destinar ahorros para poder sostener frente al aumento de sus costos el kit escolar, sin afectar su calidad, y de guardapolvos docentes. Esto nos permitió la entrega de 1240 kits escolares con mochila, guardapolvo y útiles.
También pudimos mantener un encuentro para festejar el día de las infancias. Se trató de una merienda con espectáculo para los más pequeños, que gracias a la solidaridad de nuestrxs afiliadxs sirvió también para juntar donaciones para entregar a lxs niñxs de comedores populares.
La atención de la salud de la docencia y de sus familias también fue una prioridad. Además de las denuncias y reclamos frente al deterioro permanente en la atención de Dosuba, gracias a las acciones judiciales logramos defender la atención a quienes se jubilan, anulada por unanimidad por el Consejo Superior con el apoyo de Aduba y Apuba y el silencio de Feduba
La adquisición de una nueva sede, resolución votada en asamblea hace un tiempo, también está al servicio de lxs afiliadxs, puesto que la ampliación de nuestras instalaciones permitirá tener más espacio para reuniones, asambleas, charlas y diversas actividades. También representa un aumento del patrimonio del sindicato –o sea, de todas las afiliadas y afiliados– gracias a una buena y austera administración.
ELECCIONES DE CONADU HISTÓRICA y de AGD UBA:
En abril y con pocos días de diferencia se desarrollaron las elecciones de la nueva Mesa Ejecutiva y Comisión Revisora de Cuentas tanto de Conadu Histórica como de nuestro sindicato.
Elecciones de Conadu Histórica:
Se presentaron dos listas. La lista 6 Multicolor obtuvo 81,9% y la lista 1 Frente por la unidad 17,9%. De acuerdo al resultado, la lista 6 Multicolor (640 votos que representan el 81,9%) consagró 7 congresales y la lista 1 Frente por la unidad de la docencia de las universidades nacionales (140 votos, 17,9%) 1 congresal. Además, en la elección hubo 1 voto en blanco y ninguno nulo. En la elección participaron un total de 781 docentes.
Finalmente la nueva conducción de Conadu Histórica quedó conformada por Sec Gral: Francisca Staiti (FADIUNC),
Sec Adjunta: Oscar Vallejos (ADUL), Sec Gremial: Micaela Gomiz (ADUNC), titular – Walter Díaz (ADIUNT), suplente.
Sec Técnica de Perfeccionamiento y Actualización docente: Horacio Valentini (SIDUT), titular – Claudia Baigorria (ADUL), suplente, Sec de Relaciones Internacionales: Rubén Stasuck (ADUNAM), titular – Federico Vita (ADUNLU). Sec de Organización: Diego Toscano (ADIUNT), titular – Juan Arturo Gómez (ADU San Luis), suplente, Sec de Finanzas: Karina Dodman (ADIUNPA), titular – Mariel Balderramas (ADUF), suplente, Sec de Prensa y Difusión: Diego Costa (ADU San Luis), titular – Erica Cari (ADIUNJu), suplente, Sec de Acción Social: Patricio Grande (ADUNLu), titular – Antonio Rosselló (AGD UBA), suplente, Sec de Derechos Humanos: Diego Maita (ADIUNSA), titular -Verónica Botto (ADU PSJB), suplente, Sec de Niveles Preuniversitarios: Jaime Barcelona (ADICUS), titular – Yamile Nazrala (FADIUNC). La COMISIÓN REVISORA DE CUENTAS Tit: Daniel Abud (ADUNCOR), Javier Rodríguez (ADUCHA), Gladys Perri (ADUNLU)y Sup: Verónica Camacho (ADIUNT), Alejandro Graber (ARDU), Jorgelina Matusevicius (AGD UBA).
Vale aclarar que estas elecciones son indirectas de acuerdo a la distorsión establecida en el estatuto de la federación por lo tanto, más allá de la cantidad de votantes por cada lista en nuestro sindicato, los congresales de AGD UBA aportaron solo 7 votos para la Multicolor y 1 voto para la lista Frente de unidad de las universidades nacionales.
Elecciones de Mesa Ejecutiva y de Comisión Revisora de Cuentas de AGD UBA y de las comisiones internas en Psicología, Medicina, Farmacia, Económicas, Sociales, Filosofía y Letras, Exactas, Fadu, Veterinarias, Agronomía, Ingeniería, Derecho, Ciclo Básico Común, Colegio Nacional Buenos Aires y Escuela Carlos Pellegrini
Para la conducción del sindicato y la Comisión Revisora de Cuentas se presentaron dos listas. Con una participación de 1574 docentes en las elecciones de Mesa Ejecutiva, la lista Unidad Docente resultó ganadora con 1092 votos (70,10%) contra los 466 votos de la lista En Común (29,9%).
Las elecciones, que contaron con la presencia de un veedor de la Secretaria de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, fueron una instancia de movilización de los afiliados y las afiliadas a AGD UBA. Las votaciones coincidieron durante dos días con el paro de 48 horas convocado por nuestra federación a un año de la marcha nacional universitaria.
La Mesa Ejecutiva de AGD UBA queda conformada por: Laura Carboni – Sec. general. Ileana Celotto – Sec. Adjunta. Néstor Di Milia – Sec. gremial. Javier Palma – Sec. de Organización y actas. Cristian Henkel – Sec. de acción y previsión social. Antonio Rosselló – Sec. de Hacienda y administración. Leandro Rodriguez Lupo – Sec. de Prensa y comunicación. Fabiola Ferro – Sec. de DD. HH. Mariela Solesio- Sec. de Géneros y Diversidad Sexual. Gabriel Delisio – Sec. de asuntos académicos e investigación. Rocío Salgueiro- Sec. de Medio Ambiente de Trabajo y bienes comunes. Nicolás García Roel – Primera Vocalía Romina Sellaro – Segunda Vocalía Silvina Boggi – Sec. gremial suplente Nicolás Pozdzik – Sec. de Organización y actas suplente – Cristina Ibarra – Sec. de acción y previsión social suplente -Luciano Arienti – Sec. de Hacienda y administración suplente -Jorgelina Matucevicius – Sec. de Prensa y comunicación suplente Gabriela Vargas – Sec. de DD. HH. suplente -Lucia Maffey- Sec. de géneros y diversidad sexual suplente Franco Obispo – Sec. de asuntos académicos e investigación suplente -Matías Kennedy – Sec. de Medio Ambiente de Trabajo y bienes comunes suplente – Laura Fischerman – Primera Vocalía suplente -Diego Luna – Segunda Vocalía suplente
En cuanto a la Comisión Revisora de cuentas quedó conformada por: Titulares: Cecilia Dinius, Nicolás Cambón, Martin Ogando. Suplente: Mauricio Torme
En cuanto a las elecciones de las distintas comisiones internas de acuerdo a lo establecido en nuestro estatuto participan docentes afiliados y no afiliados a ningún otro sindicato de la docencia universitaria y preuniversitaria, lo que permitió la participación de 2055 docentes. Salvo en el CBC, y FADU donde se presentaron dos listas y en Sociales donde se presentaron tres, en el resto solo hubo listas únicas.
De conjunto estas elecciones fueron una instancia para reforzar nuestra herramienta gremial con nuevas afiliaciones de compañeras y compañeros que se suman al sindicato
25 AÑOS DE AGD UBA
En este 2024 tan particular, por todo lo que está en juego nuestro sindicato cumplió 25 años de lucha y organización en defensa de los derechos de la docencia pre y universitaria. Nos encontró como siempre organizando a la docencia universitaria y preuniversitaria por sus derechos y en la defensa de la universidad estatal pública y gratuita.

